Tutorial carvado de sellos: Gubias

Empezamos la semana con otro tutorial de carvado de sellos (¡ueeeehhh!). Espero que os esté gustando este mini curso de carvado y que las lecciones os estén resultando útiles. Creo que es mejor ir aprendiendo poco a poco en vez de dar toda la información de sopetón y que se olvide la mitad. También sé que me repito un poco en algunos puntos, pero lo hago porque quiero que quede claro cómo hacer los sellos, que os sea más fácil y que el resultado que obtengáis sea el mejor posible. 

No puedo estar más contenta ni más agradecida por vuestra participación. Muchísimas gracias por animaros a carvar sellos conmigo. Y ahora, pasamos al tutorial de carvado de sellos esta semana.

Y si no te habías enterado y quieres unirte, puedes empezar por los tutriales anteriores: Tutorial carvado de sellos, Tutorial carvado de sellos: trucos y consejos y Tutorial carvado de sellos: positivo y negativo.

Como habréis podido leer en el título, vamos a hablar de las gubias. Las gubias son las herramientas con las que se carvan los sellos. Se utilizan tanto en goma de vinilo (como estamos haciendo nosotros), como en otros materiales como la madera. 

Las más habituales en España son las de la marca Reig, ya que es marca española y sale algo más económica que la archiconocida Speedball. 

Estas herramientas vienen compuestas por un mango, que normalmente es de plástico, aunque también los he visto de madera, y lleva unas puntas con cuchillas de diferentes formas que se acoplan al mango. 

En teoría vienen 6 cuchillas, aunque yo tengo dos juegos de la marca Reig (como podéis ver en la imagen superior) y en cada uno de ellos me han venido 5 cuchillas y ninguna del número 2... no sé si habrá sido mala suerte o qué, aunque he podido apañármelas sin ella. 

Los mangos, como ya he comentado, suelen ser de plástico duro, aunque también los hay de madera y diverso material. 

El mango de la marca Reig, debe cogerse de una forma específica, poniendo el dedo índice en un hueco que han creado específicamente para ello y sujetando la gubia con el resto de los dedos. 

En esta marca, la gubia va metida a presión en el mango, y luego se saca introduciendo un palito por detrás y empujando la gubia (aunque yo siempre acabo quitándola con la mano... manías de cada uno supongo). 

En la marca Speedball, el mango es hueco y las gubias van dentro. En la zona baja lleva un tapón de rosca que podemos quitar y sacar las gubias (recomiendo que al carvar no estén las gubias que no utilicemos dentro del mango). En esta marca, la parte superior del mango también lleva una rosca, donde primero debemos aflojar, colocamos la gubia y luego apretamos la rosca. 

Las cuchillas van numeradas del 1 al 6 en la parte que encaja en el mango. Empiezan con una punta muy estrecha en forma de V, que es la número 1; la número 2 también tiene forma de V pero un poco más abierta; la número 3 tiene forma de U, igual que la número 4, aunque un poco más abierta que la anterior; la cuchilla número 5 es una U con la base plana (personalmente es la que más me gusta para vaciar) y la cuchilla número 6 es plana, tiene forma de cúter. 

En la imagen superior he dejado la forma de cada cuchilla marcada en la goma, exceptuando la número 2, ya que no dispongo de una. La marca de la cuchilla número 6 apenas es perceptible porque es un corte recto, y la goma tiende a cerrarse. 

Para que el tutorial no quede incompleto, os voy a dejar una imagen sacada de internet (concretamente del blog Azucarillos de colores) donde también aparezca la gubia número 2. 

Según el movimiento, la profundidad y la rapidez con que movamos la gubia mientras carvamos, podemos obtener efectos distintos. He hecho unas pruebas en un pequeño trozo de goma para que veáis la diferencia según la gubia con los mismos movimientos. 

Y después de la parte teórica, vamos a pasar a la parte práctica. Esta semana he preparado un animalillo, como ya habéis adivinado los que me seguís en la página de Facebook, y es... un zorro la mar de mono. 

Podéis descargaros el diseño en pdf pinchando en la imagen de abajo o también bajaros la imagen directamente.

Como ya siempre, empezamos copiando el dibujo en papel vegetal (también conocido como vellum), enfrentamos la cara donde tenemos el diseño del papel con la goma y frotamos por encima hasta que el diseño pase a la goma. 

Una vez que tenemos el diseño en la goma, recortamos con el cúter o usando la cuchilla número 6 el trozo de goma y luego repasamos el dibujo. 

Una vez que tenemos el diseño en la goma, empezamos carvando el contorno del diseño con la gubia número 1. Os recuerdo que siempre es mejor empezar por una esquina e ir hasta otra de un solo trazo. 

Cuando hemos terminado de carvar el contorno, lo siguiente es empezar con el interior. En este diseño, vamos a ir parte por parte, pero antes de iniciarnos a carvar la parte interna, recomiendo hacer un repaso de las líneas del diseño para hacerlas más gruesas, de forma que no queden zonas excesivamente delgadas.  

Empecé por la zona de la cola y seguí con cada zona individual, aunque podéis hacer todo el contorno del sello entero y luego vaciar la goma restante. Recordad que antes de empezar a vaciar, recomiendo un segundo repaso al contorno. 

Y habría que repetir estos pasos para cada parte del sello: 

1. Carvar contorno interno con gubia número 1. 
2. Repaso contorno interno y vaciado de partes pequeñas con gubia número 1. 
3. Vaciado del resto de la goma con gubia de número superior (3, 4 o 5). 
4. Repaso zonas donde hayan quedado restos. 

Y una vez que hemos carvado todo el interior del sello, solo hay que vaciar el exterior y probar la estampación. 

Y a falta de alguna pequeña corrección ¡tenemos sello nuevo! y muy chulo (al menos para mi gusto). 

Para las zonas estrechas y pequeñas como las patas, recomiendo carvar muy despacio y con precaución. Mucho mejor carvar de menos y retocar luego que llevarte de más y dejarlo cojo, nunca mejor dicho. 

Y ahora os enseño una pequeña muestra de lo que podemos hacer con nuestros preciosos sellos de la colección de otoño. 

Espero que os haya gustado el tutorial de carvado de sellos (que no se os haya hecho demasiado largo), que se entienda bien y os animéis a carvar vuestro zorrito.